Alzheimer: una proteína en la sangre podría predecir la enfermedad una década antes de los síntomas


Científicos identifican la beta-sinucleína como un biomarcador clave para el diagnóstico temprano, revolucionando las opciones de tratamiento


La detección temprana del Alzheimer marca la diferencia
Diagnosticar el Alzheimer en sus etapas iniciales es crucial para retrasar su avance y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Ahora, un estudio internacional publicado en la revista Alzheimer’s & Dementia revela un hallazgo revolucionario: niveles elevados de beta-sinucleína en la sangre podrían advertir de la enfermedad hasta 11 años antes de que aparezcan los primeros síntomas cognitivos.

La proteína que "delata" el daño cerebral invisible
La beta-sinucleína es una proteína presente en las conexiones entre neuronas. Cuando estas se deterioran —un proceso temprano en el Alzheimer—, la proteína se libera al torrente sanguíneo. Según el estudio, analizar su concentración en sangre permitiría identificar a personas en riesgo, especialmente aquellas con predisposición genética.

El estudio: seguimiento a 178 pacientes
El equipo, liderado por Patrick Öckl, neurólogo del Centro Alemán para Enfermedades Neurodegenerativas, examinó muestras de sangre de 178 participantes, incluidos personas con síntomas, asintomáticos y portadores de mutaciones genéticas vinculadas al Alzheimer. Los resultados fueron contundentes:

  • Personas con mutaciones y sin síntomas: niveles elevados de beta-sinucleína.

  • Pacientes sintomáticos: niveles aún más altos.

Esto sugiere que la proteína actúa como una alerta temprana del daño neuronal, incluso antes de que el cerebro muestre cambios estructurales graves.

Expertos: "Es una herramienta para actuar a tiempo"
Markus Otto, neurólogo de la Universidad de Halle, destaca que este biomarcador no solo facilita el diagnóstico precoz, sino que también podría medir la eficacia de tratamientos. Por ejemplo, terapias como los anticuerpos contra el amiloide —que retrasan el avance de la enfermedad— tendrían mayor impacto si se aplicaran antes de que el cerebro sufra daños irreversibles.

El desafío actual: diagnósticos tardíos
Hoy, el Alzheimer suele detectarse cuando ya hay pérdida de memoria o deterioro cognitivo evidente, limitando las opciones terapéuticas. Öckl enfatiza: "Mejorar el diagnóstico temprano es esencial para aprovechar las nuevas terapias".

Conclusión: Un futuro con esperanza
La beta-sinucleína en sangre podría convertirse en una prueba accesible y no invasiva para identificar el Alzheimer en sus etapas más preliminares. Si se valida en estudios más amplios, este avance no solo cambiaría las reglas del juego para millones de personas en riesgo, sino que también abriría la puerta a intervenciones preventivas y personalizadas. La ciencia sigue avanzando hacia un objetivo claro: ganarle la carrera al tiempo antes de que los síntomas roben recuerdos.


Publicado en: Revista Alzheimer’s & Dementia | Fecha de estudio: 10 de mayo de 2025
Imagen: Pexels (ilustrativa)

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