Contenido del Convenio Arbitral

Debido a que el convenio arbitral es una institución consensual, las partes en ejercicio pleno de su autonomía de la voluntad, al estructurar su contenido podrán delimitar las controversias que deseen se resuelvan mediante un proceso arbitral o excluir algunas controversias para su resolución ante los tribunales de justicia ordinaria. Del mismo modo, a través del convenio arbitral las partes pueden determinar las reglas del proceso arbitral, las calificaciones de los árbitros o la forma de resolución de la controversia, entre otros aspectos. Por todo esto, en palabras del Dr. Fernando Cantuarias Salaverry, el convenio arbitral es producto de la libertad contractual y, por consiguiente, su contenido está sujeto a la voluntad de las partes, pero la validez del convenio como acto jurídico está sujeto a los requisitos establecidos en la legislación civil peruana.

En un arbitraje institucional el contenido del convenio arbitral está circunscrito generalmente a la cláusula arbitral tipo del Centro de Arbitraje elegido por las partes, sin perjuicio de ello también podrían las partes regular algunas condiciones o regulaciones especiales para su arbitraje. En cambio, cuando se trata de un arbitraje ad hoc, al no existir regulación pre existente sobre el arbitraje, las partes tienen la libertad para redactar su contenido indicando algunos o todos los aspectos siguientes:

Tipo de arbitraje.
Número y calificaciones de árbitros.
Proceso para su nombramiento.
Materia arbitral.
Proceso arbitral.
Lugar del arbitraje.
Ley aplicable.
Idioma.
Entre otros aspectos.

Efectos del Convenio Arbitral.

Los especialistas del arbitraje coinciden que el convenio arbitral puede generar dos efectos: un efecto negativo y un efecto positivo. Para el profesor Marco de Benito Llopis-Llombart constituye un efecto negativo del convenio arbitral la facultad de las partes de vetar a los tribunales judiciales para conocer una controversia sometida al arbitraje. Por consiguiente, el efecto negativo del convenio arbitral es que el juez estatal deba abstenerse de conocer de las disputas sometidas a arbitraje. De otro lado, el efecto positivo del arbitraje consiste en la obligación de las partes del convenio arbitral de no acudir a los tribunales estatales para la resolución de sus controversias sometida a un arbitraje; pues el convenio arbitral, al igual que cualquier contrato obliga a las partes a cumplir sus estipulaciones. En este sentido, el efecto positivo del convenio arbitral es, por un lado, el derecho a no ser demandado en la jurisdicción estatal y, por otro lado, la obligación de no ser demandado en la jurisdicción estatal y, por otro lado, la obligación de no demandar ante los tribunales estatales (De Benito: 2010, pág. 3).

En este orden de ideas podemos señalar que el efecto negativo del convenio arbitral es que se excluya y evite a la justicia estatal y pública en la resolución de los conflictos sometidos a arbitraje y el efecto positivo es que la controversia será resuelta en sede privada y arbitral de acuerdo a las estipulaciones contempladas en el convenio arbitral.