Venus podría ser más parecida a la Tierra de lo que pensábamos Nuevos hallazgos revelan actividad tectónica en el planeta infernal
A pesar de su fama como un mundo tóxico y abrasador, Venus podría compartir más similitudes con la Tierra de lo que se creía. Un estudio reciente, basado en datos de la misión Magallanes de la NASA (década de 1990), ha descubierto evidencia de procesos tectónicos activos en su superficie, lo que desafía la visión tradicional de un planeta geológicamente estático.
Coronas: ventanas al interior de Venus
Las estructuras clave en esta investigación son las coronas, formaciones circulares con centros hundidos y fracturas radiales. Durante años, se pensó que eran restos de antiguos impactos o volcanes extintos. Sin embargo, el análisis de imágenes y datos gravitacionales reveló que estas coronas están vinculadas a plumas de magma que ascienden desde el manto del planeta. Cuando estas plumas empujan la corteza, forman domos que luego colapsan, creando los anillos característicos.
El equipo liderado por Gael Cascioli (Universidad de Maryland/NASA Goddard) identificó que 52 de las 75 coronas estudiadas se ubican sobre zonas con material caliente y menos denso, indicando actividad reciente. Esto sugiere dos mecanismos similares a los terrestres:
Subducción parcial: fragmentos de corteza que se hunden en el manto.
Goteo litosférico: desprendimiento de porciones densas de la corteza hacia el interior.
Implicaciones para la Tierra primitiva
Según Anna Gülcher, coautora del estudio, estas dinámicas podrían reflejar procesos que ocurrieron en la Tierra antes de que se estableciera la tectónica de placas moderna. Venus, al carecer de océanos y placas móviles, ofrece un modelo único para entender cómo los planetas rocosos evolucionan bajo condiciones extremas.
Conclusiones: un planeta vivo bajo el infierno
Aunque Venus sigue siendo un infierno con temperaturas de 460°C y lluvias de ácido sulfúrico, estos hallazgos revelan que su interior aún late. Las coronas no son reliquias del pasado, sino estructuras activas que remodelan su superficie. Futuras misiones, como la próxima VERITAS de la NASA (2028), podrían confirmar si Venus está "respirando" geológicamente hoy.
Imágenes: NASA/JPL-Caltech/Peter Rubin; Anna Gülcher, CC BY-NC.
¿Por qué importa? Entender a Venus no solo desvela los secretos de nuestro vecino, sino que también ilumina el pasado caótico de la Tierra y la diversidad de mundos en el universo.
Publicado en la revista Science Advances