China inicia la construcción de una supercomputadora espacial: La carrera tecnológica llega a la órbita terrestre


Lanzamiento exitoso de la Constelación Three-Body: 12 satélites con IA y procesamiento de 5 petaoperaciones por segundo

Cohete Long March 2D despega desde Jiuquan, noroeste de China, transportando 12 satélites para la Constelación de Computación de Three-Body. / CASC

China marcó un hito en la exploración espacial con el lanzamiento de 12 satélites de la Constelación de Computación Three-Body, un proyecto pionero para crear una supercomputadora en órbita. El cohete Long March 2D despegó exitosamente el 14 de mayo desde el centro de Jiuquan, liderado por ADA Space y el Zhejiang Lab, en colaboración con empresas y universidades nacionales.

Tecnología que rompe paradigmas
A diferencia de los satélites tradicionales, esta constelación procesa datos directamente en el espacio con una capacidad de 5 petaoperaciones por segundo y un almacenamiento de 30 terabytes. Equipados con inteligencia artificial, enlaces láser de 100 Gbps y sensores de última generación, estos dispositivos pueden tomar decisiones autónomas y responder en tiempo real a eventos cósmicos, como explosiones de rayos gamma, gracias a un polarímetro desarrollado por la Universidad de Guangxi y la Academia de Ciencias de China.

El programa Star-Compute: Un salto estratégico
El proyecto forma parte del ambicioso Star-Compute, que planea desplegar 2,800 satélites para 2030. Esta red no solo busca reducir la dependencia de centros de datos terrestres, sino también posicionar a China como líder en computación espacial, una ventaja clave en sectores económicos, científicos y de defensa. Mientras EE.UU. y Europa han experimentado con procesamiento en órbita, China es el primer país en implementar una constelación diseñada exclusivamente para este fin.

Aliados y proyección global
ADA Space, respaldada por su próxima cotización en la bolsa de Hong Kong, y Zhejiang Lab, vinculado a gigantes como Alibaba, trabajan junto a empresas como SoftStone y Kepu Cloud para integrar infraestructuras terrestres y orbitales. El avance se alinea con el plan chino de "Nuevas Infraestructuras" y su meta de dominar la inteligencia artificial a nivel global para 2030.

Conclusión: Un nuevo capítulo en la era espacial
China no solo avanza en la carrera por la supremacía tecnológica, sino que redefine el uso del espacio con una "nube digital" operativa en órbita. Este logro, sumado a sus 26 lanzamientos orbitales en 2025, consolida su estrategia para controlar un sector crítico del futuro. Sin embargo, también plantea desafíos geopolíticos, especialmente frente a potencias como EE.UU., que ahora enfrentan un competidor con capacidades sin precedentes. La computación espacial ya no es ciencia ficción: es una realidad con sello chino.

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