Científicos descubren un color que el ojo humano nunca había visto: El "Olo" y el misterio del prototipo Oz
Un experimento con láseres y biología retinal revela un tono "imposible" y abre la puerta a una nueva percepción visual
Publicado en Science Advances el 25 de abril de 2025 | Por Víctor Román
El prototipo Oz: Hackeando la retina
Un
equipo de investigadores de la Universidad de Berkeley y la Universidad
de Washington ha logrado lo que parecía imposible: hacer que el ojo
humano perciba un color completamente nuevo, fuera del espectro natural.
El dispositivo, bautizado como prototipo Oz, utiliza
un láser verde para estimular selectivamente los conos responsables de
detectar el color verde (tipo M) en la retina, evitando la superposición
con otros tipos de conos (rojos y azules). Esto genera una señal visual
inédita que el cerebro interpreta como un tono nunca antes visto.
¿Por qué no podíamos verlo antes?
La
biología humana limita nuestra percepción: los tres tipos de conos (L, M
y S) se activan simultáneamente ante la mayoría de los colores,
mezclando señales. El verde puro, sin interferencias, nunca llega al
cerebro de forma aislada... hasta ahora. El prototipo Oz rompe esta
barrera al dirigir el láser con precisión milimétrica, creando una
experiencia visual revolucionaria.
El "Olo": Un color de otro mundo
En
pruebas con voluntarios, los científicos proyectaron el láser sobre un
fondo gris. El resultado fue un tono indescriptible, al que llamaron olo.
Los participantes no pudieron igualarlo con combinaciones estándar de
rojo, verde o azul, incluso tras añadir luz blanca. Una recreación
cercana se guarda en una pequeña caja de muestra, descrita como un "azul
verdoso de intensidad sobrenatural".
Escepticismo y aplicaciones futuras
Aunque
el hallazgo es prometedor, algunos expertos como John Barbur cuestionan
si se trata de un color nuevo o simplemente una variante extrema de
verde. Además, el efecto solo funciona en la visión periférica, menos
precisa que la central. Sin embargo, el equipo ve potencial: desde
estudiar el daltonismo hasta desarrollar terapias visuales o incluso
arte con colores "imposibles".
Conclusión:
El
prototipo Oz no solo desafía lo que sabemos sobre la percepción humana,
sino que plantea preguntas fascinantes: ¿Existen más colores ocultos en
los límites de nuestra biología? ¿Podríamos expandir artificialmente
nuestro universo visual? Aunque quedan dudas técnicas y filosóficas,
este avance publicado en Science Advances marca un hito en la neurociencia y la óptica, recordándonos que el mundo que vemos es solo una fracción de lo que podría ser.