"La Cúpula de Hierro de Israel: ¿Escudo Imbatible o Sistema Vulnerable?"
Una visión actual de la defensa aérea más avanzada del mundo
El sistema de defensa antimisiles de Israel, la Cúpula de Hierro, ha demostrado ser crucial en la protección de las áreas pobladas y activos estratégicos del país. Desde su debut en 2011, tras la guerra con Hezbolá en 2006, ha sido una pieza clave en la defensa de Israel frente a miles de cohetes lanzados por sus enemigos en la región. Sin embargo, recientes ataques, como el llevado a cabo por Irán el pasado martes, han vuelto a poner en tela de juicio la capacidad real de la Cúpula de enfrentarse a amenazas múltiples y masivas.
El funcionamiento de la Cúpula de Hierro
La Cúpula de Hierro es un sistema que intercepta y destruye misiles de corto alcance, capaces de cubrir distancias de hasta 70 km. Está compuesto por radares que detectan la trayectoria de los proyectiles, un sistema de cálculo que anticipa su impacto, y baterías lanzadoras de cohetes interceptores "Tamir", diseñados para neutralizar las amenazas en el aire antes de que impacten en tierra.
Con aproximadamente 10 baterías distribuidas estratégicamente en Israel, cada una equipada con 3-4 lanzadores y hasta 20 interceptores, el sistema puede rastrear hasta 1.100 proyectiles a la vez. A pesar de esta impresionante capacidad, su cobertura no es total; prioriza las áreas densamente pobladas o sitios estratégicos, dejando zonas menos importantes desprotegidas.
Una eficacia del 90%, pero no infalible
Los ataques recientes han evidenciado las limitaciones del sistema. Durante el ataque iraní del martes, Israel enfrentó el lanzamiento de 180 misiles, de los cuales un porcentaje significativo fue interceptado por la Cúpula. No obstante, algunos alcanzaron territorio israelí, causando daños menores y una fatalidad. Aunque la Cúpula de Hierro ha mostrado una tasa de éxito cercana al 90%, no es infalible, lo que genera dudas sobre su capacidad para enfrentar ataques combinados y simultáneos desde múltiples frentes. Este mismo dilema se planteó durante un ataque en abril de 2024, en el que Teherán lanzó 300 misiles y drones, desafiando la capacidad del sistema.
¿Qué pasaría ante un ataque coordinado y masivo?
La pregunta más inquietante es si la Cúpula de Hierro podría resistir un ataque coordinado por parte de los múltiples enemigos de Israel, como Hamás, Hezbolá, Irán y los hutíes de Yemen. Irán cuenta con más de 3.000 misiles balísticos, Hezbolá posee miles de cohetes, y Hamás controla una reserva de al menos 6.000 misiles, muchos de ellos de largo alcance. La preocupación de los analistas es que un ataque combinado de estas facciones podría abrumar las defensas israelíes, superando la capacidad de intercepción del sistema.
La escalada en el gasto de defensa
Más allá de su eficacia operativa, el coste de operar la Cúpula es otro aspecto a tener en cuenta. Cada interceptor "Tamir" cuesta alrededor de 50.000 dólares, y los sistemas más avanzados, como los misiles "Stunner" utilizados por la Honda de David (otra capa de defensa antimisiles), tienen un coste cercano al millón de dólares por unidad. Según informes, Estados Unidos ha contribuido con aproximadamente 3.000 millones de dólares al desarrollo y mantenimiento de la Cúpula de Hierro, lo que subraya la magnitud de la inversión requerida para mantener este nivel de defensa.
Conclusión
La Cúpula de Hierro sigue siendo una herramienta crítica para la defensa de Israel, demostrando su valía en numerosos conflictos a lo largo de más de una década. Sin embargo, a medida que las amenazas se vuelven más complejas y coordinadas, la eficacia del sistema es puesta a prueba. Mientras que su éxito operativo es impresionante, su incapacidad para disuadir ataques a largo plazo y su elevado coste plantean interrogantes sobre su sostenibilidad. El reto para Israel es claro: seguir mejorando sus defensas ante un escenario de ataques masivos y simultáneos, mientras controla los costos asociados con su despliegue y mantenimiento.