Actividad física reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares en mayores de 60 años



Las personas mayores deben aumentar su nivel de actividad física para proteger su salud cardiovascular, según un estudio reciente.

Un estudio reciente publicado en el "European Heart Journal" revela que las personas mayores de 60 años deben aumentar su nivel de actividad física para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. La investigación, llevada a cabo por científicos de Corea del Sur, utilizó datos de más de un millón de personas y mostró que aquellos que incrementaron su actividad física moderada o intensa redujeron significativamente su riesgo cardiovascular.


Datos y metodología del estudio

El estudio, liderado por el profesor Sang Min Park y el doctorando Kyuwoong Kim de la Escuela de Graduados de Ciencias Biomédicas de la Universidad Nacional de Seúl, analizó a 1,119,925 hombres y mujeres mayores de 60 años. Los participantes se sometieron a dos chequeos de salud consecutivos ofrecidos por el Servicio Nacional de Seguro de Salud de Corea (NIHS) entre 2009 y 2012, y fueron monitoreados hasta diciembre de 2016.

Durante los chequeos, los participantes respondieron preguntas sobre su actividad física y estilo de vida. Los investigadores calcularon la cantidad semanal de ejercicios moderados (como caminar rápido, bailar, jardinería) e intensos (como correr, ciclismo rápido, aeróbicos) y cómo estos niveles cambiaron en los dos años entre chequeos.


Resultados clave

El estudio encontró que las personas que aumentaron su actividad física de moderada a intensa entre tres y cuatro veces por semana redujeron su riesgo de problemas cardiovasculares en un 11%. Aquellos que aumentaron su actividad de una o dos veces por semana a cinco o más veces por semana, redujeron su riesgo en un 10%. Por otro lado, aquellos que eran activos más de cinco veces por semana en el primer chequeo pero se volvieron inactivos en el segundo, aumentaron su riesgo en un 27%.

El análisis también incluyó a personas con discapacidades y enfermedades crónicas como hipertensión, colesterol alto y diabetes tipo 2. Estos grupos también mostraron una reducción en el riesgo de problemas cardiovasculares al aumentar su actividad física.

Conclusión

La principal conclusión de este estudio es que los adultos mayores deben aumentar o mantener su frecuencia de ejercicio para prevenir enfermedades cardiovasculares. Esto es crucial incluso para aquellos con discapacidades o enfermedades crónicas. Según el investigador Kim, "los gobiernos deberían promover programas que incentiven la actividad física en los adultos mayores". Además, los médicos deberían "prescribir" actividad física junto con otros tratamientos médicos recomendados para pacientes con alto riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Aunque el estudio presenta ciertas limitaciones, como su enfoque en la población coreana y la dependencia de autoinformes de actividad física, sus hallazgos subrayan la importancia de la actividad física regular para la salud cardiovascular en adultos mayores.

Esta investigación refuerza la necesidad de políticas y programas de salud pública que promuevan la actividad física entre los adultos mayores para mejorar su calidad de vida y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
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