Un viaje de 53 años termina en caída: el regreso accidental de una sonda soviética


La reentrada de Kosmos 482 revive el debate sobre la basura espacial y sus riesgos para la Tierra


La caída de Kosmos 482: un regreso inesperado
El 10 de mayo de 2025, la sonda soviética Kosmos 482, atrapada en órbita terrestre desde 1972, finalizó su viaje de 53 años al estrellarse cerca de Indonesia, en el océano Índico. Según Roscosmos, la agencia espacial rusa, el módulo cayó al mar sin causar daños, aunque otras fuentes señalan posibles zonas de impacto distintas.

Diseñada originalmente para explorar Venus como parte del programa Venera, un fallo en su cohete lanzador la dejó varada alrededor de la Tierra. Curiosamente, su estructura robusta —creada para resistir la atmósfera infernal de Venus— pudo haberle permitido sobrevivir al reingreso. Marco Langbroek, experto en desechos espaciales, estima que, de impactar intacta, lo habría hecho a 240 km/h, con una fuerza comparable a la de un meteorito mediano.

El astrónomo Gianluca Masi, del Virtual Telescope Project, capturó imágenes de la sonda horas antes de su caída, mientras sobrevolaba Roma al amanecer. Un testimonio visual de su último recorrido orbital.


El problema creciente de la basura espacial
El incidente de Kosmos 482 no es un caso aislado. Diariamente, tres objetos grandes de chatarra espacial regresan a la Tierra, y la situación empeora. La Agencia Espacial Europea (ESA) advierte que hay más de 14,000 satélites en órbita, de los cuales 11,000 siguen activos. Proyectos como Starlink (SpaceX), Kuiper (Amazon) y las megaconstelaciones chinas —con 13,000 satélites cada una— aumentan el riesgo de colisiones y reingresos.

Además del peligro de impactos, los científicos alertan sobre daños ambientales: la quema de componentes durante la reentrada podría liberar químicos nocivos para la capa de ozono y el clima. Aunque la probabilidad de que un desecho golpee a una persona es baja (1 en 100 mil millones, según la ESA), la frecuencia creciente de estos eventos eleva el riesgo global.


Conclusión: Una advertencia desde el pasado
La historia de Kosmos 482 es un recordatorio de que la exploración espacial deja huellas. Su caída accidental subraya la urgencia de políticas internacionales para gestionar desechos y regular el tráfico orbital. Como señala la ESA en su informe Space Debris by the Numbers, sin acciones concretas, el problema escalará hasta afectar la seguridad y sostenibilidad de las actividades espaciales.

Este episodio no solo es una curiosidad histórica, sino una llamada a actuar. El espacio es un recurso compartido: protegerlo requiere cooperación, innovación y responsabilidad.

Imagen: NASA
Publicación citada: ESA, "Space Debris by the Numbers" (2025).

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