Ingenieros crean un robot que corre y nada sin cerebro ni cables: el futuro de la robótica inspirado en la naturaleza
Inspiración biológica y física: así es el robot que desafía la necesidad de software complejo
Un descubrimiento accidental que revoluciona la robótica
Todo comenzó con un tubo de aire, un ruido estridente y mucha curiosidad. Alberto Comoretto, investigador del Instituto AMOLF en Ámsterdam, observó que al doblar un tubo para frenar el flujo de aire, este vibraba rápidamente y generaba un movimiento autosostenido. Este fenómeno, capturado con una cámara rápida, reveló un ciclo de presión y deformación que imitaba patrones biológicos.
"No necesitamos software para sincronizar movimientos, la física lo hace por nosotros", explica Comoretto.
Diseño bioinspirado: patas que se coordinan solas
El equipo construyó un robot cuadrúpedo impreso en 3D, con tubos neumáticos como extremidades. Al bombear aire, las "patas" se movían sincronizadamente sin programación alguna, gracias a la conexión compartida del flujo de aire.
En tierra: Corre a 0,5 m/s, esquivando obstáculos como una gacela.
En agua: Nada hacia adelante (o hacia atrás, si cae de improvisto).
El secreto está en la "física emergente": igual que metrónomos en una tabla se sincronizan, los tubos ajustan su ritmo colectivamente.
El problema de la energía: de 85 watts a una batería portátil
El primer prototipo dependía de una manguera externa y consumía 85 watts. Rediseñaron el robot:
Menos patas: De cuatro a dos.
Tubos optimizados: Redujeron el consumo a 0,06 watts por pata.
Ahora, el robot es autónomo, con una mini bomba de aire y sensores básicos que lo guían hacia la luz.
Comportamiento impredecible (pero útil)
El robot no sigue órdenes, pero reacciona al entorno:
Si choca con una pared, gira automáticamente.
Si cae al agua, nada de forma descoordinada… pero eficaz.
"No queremos control total, sino adaptación natural", destaca el equipo.
Conclusión: ¿Robots que imitan la vida?
Este proyecto desafía la idea de que la inteligencia artificial y los chips son esenciales para la robótica. La física, combinada con diseños inspirados en seres vivos, podría crear dispositivos más simples, resistentes y energéticamente eficientes.
Futuras aplicaciones: Desde robots de rescate en entornos caóticos hasta prótesis o corazones artificiales que se autorregulen sin software.
"Cuando tienes un corazón, quieres que funcione. No que te pida actualizaciones cada semana".
Publicación en revista: Pendiente de revisión por pares (estudio preliminar compartido en el sitio del AMOLF).
Imagen: AMOLF/Alberto Comoretto
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