Robots corren una media maratón y casi se desarman en el intento: Un hito caótico en la robótica humana
Mientras 12 mil personas corrían en Pekín, 21 humanoides intentaron hacer historia. Solo seis lograron cruzar la meta (y con ayuda de cinta adhesiva).
Imagen referencial: Uno de los robots compitiendo en la media maratón de Pekín. / Grok/Robotitus
El día que los robots intentaron ser atletas
El 22 de abril de 2025, Pekín fue testigo de un evento surrealista: 21 robots humanoides intentaron completar una media maratón de 21 kilómetros. Aunque la carrera humana reunió a 12 mil participantes, los ojos del mundo se posaron en los androides, cuyas hazañas (y fracasos) se volvieron virales. De ellos, solo seis lograron terminar, y ninguno lo hizo sin intervención humana.
El protagonista fue Tiangong Ultra, el robot más veloz, que completó la prueba en 2 horas y 40 minutos tras tres cambios de batería, una caída épica y un operador que corrió a su lado con un spray refrigerante. Aun así, su tiempo estuvo lejos de los 1h20m de los corredores humanos profesionales.
¿Avance tecnológico o espectáculo absurdo?
Alan Fern, experto en robótica de la Universidad Estatal de Oregón, explicó que estos robots no están diseñados para velocidad, sino para adaptarse a entornos impredecibles. "La IA no ha evolucionado mucho desde 2021, pero el hardware sí: hace cinco años, ni siquiera caminaban bien", señaló.
El evento, sin embargo, reveló limitaciones críticas:
Sobrecalentamiento: Varios robots "colapsaron" y requirieron enfriamiento con hielo.
Fallas mecánicas: Cabezas desprendidas, piernas atornilladas y zapatillas improvisadas con cinta adhesiva.
Dependencia humana: Operadores corrieron junto a los robots para guiarlos, repararlos y hasta cargarlos en tramos.
Uno de los momentos más ridículos fue cuando Shennong, un humanoide, giró en círculos y chocó contra una pared. Otro, Huanhuan, avanzaba tan lento que los espectadores bromeaban: "¡Le ganaría un caracol!".
El lado "adorable" de la competencia
Pese al caos, hubo momentos entrañables:
Xuanfeng Xiaozi, un robot de 75 cm, saludaba al público mientras trotaba.
Tiangong Ultra se convirtió en una celebridad: corredores humanos paraban para tomarse selfies con él.
Al finalizar, los robots bailaron en el escenario, y uno incluso entregó los trofeos… aunque casi se tropieza.
Conclusión: Un paso tambaleante hacia el futuro
La media maratón de Pekín demostró que, aunque los robots humanoides aún son torpes y dependientes, su capacidad para realizar tareas físicamente exigentes ha mejorado notablemente. Como dijo Fern: "Bailar o correr no los hace útiles, pero sí prueba su resistencia".
¿Serán estos humanoides los próximos repartidores, rescatistas o astronautas? Por ahora, son figuras de entretenimiento que, entre caídas y hashtags, nos recuerdan que la robótica avanza… aunque sea a pasitos de bebé.