El Secreto del Nitrógeno Perdido: ¿Por qué la Tierra "escondió" este elemento clave en su núcleo?
Simulaciones revelan que el nitrógeno prefirió unirse al hierro durante la formación del planeta, resolviendo un enigma de 4.600 millones de años.
El Enigma del Nitrógeno Ausente
Durante
décadas, la comunidad científica luchó por explicar una anomalía en la
composición de la Tierra: ¿por qué el manto terrestre tiene menos
nitrógeno del esperado en comparación con elementos como el carbono o el
argón? Este desequilibrio, que contradice las proporciones halladas en
meteoritos primitivos, sugería que algo extraordinario ocurrió durante
la formación del planeta.
La Respuesta Está en las Profundidades
Un estudio revolucionario, publicado en Earth and Planetary Science Letters
y liderado por investigadores de la Universidad de Ehime (Japón),
propone que el nitrógeno no desapareció ni escapó al espacio, sino que
se "refugió" en el núcleo terrestre. Mediante simulaciones de alta
precisión, recrearon las condiciones extremas de la Tierra primitiva:
presiones de 1,35 millones de veces la atmosférica y temperaturas de 5.000 grados Kelvin, equivalentes a las de un océano de magma de 1.000 km de profundidad.
Simulaciones Extremas, Resultados Claros
Los
modelos mostraron que, bajo estas condiciones, el nitrógeno se comporta
como un elemento "metalófilo": prefiere unirse al hierro del núcleo
antes que a los silicatos del manto. A 60 GPa de presión, su afinidad por el núcleo es 100 veces mayor,
una tendencia que aumenta con la profundidad. Mientras tanto, el
carbono mostró menor preferencia por los metales, y el argón evitó por
completo interactuar con ellos, lo que explica su acumulación en la
atmósfera.
Reconfigurando la Historia de la Tierra
El estudio sugiere que si solo el 5-10% de la masa terrestre
provino de meteoritos ricos en volátiles, el nitrógeno habría migrado
masivamente al núcleo durante la diferenciación planetaria. Esto no solo
resuelve el misterio de su ausencia en el manto, sino que redefine
nuestra comprensión de cómo los elementos esenciales para la vida —como
el carbono y el nitrógeno— se distribuyeron en las capas terrestres.
Conclusión: Un Planeta que Juega al Escondite Químico
El
nitrógeno no se perdió: eligió esconderse en el corazón metálico de la
Tierra. Este hallazgo, más allá de cerrar un debate científico, subraya
cómo procesos aparentemente caóticos en la infancia del planeta —como la
formación del núcleo— moldearon las condiciones necesarias para la
vida. Sin ese "escondite" en las profundidades, quizás nuestra atmósfera
nunca hubiera tenido la mezcla perfecta para albergar biosfera.
Publicación: Earth and Planetary Science Letters (Abril, 2025).
Implicación:
Este descubrimiento podría influir en la búsqueda de exoplanetas
habitables, ya que la distribución de elementos volátiles en sus capas
internas sería clave para su potencial biológico.