Un Legado Genético de 47,000 Años: El Mestizaje que Dejó Huella en Nuestro ADN
El encuentro entre Homo sapiens y neandertales: un episodio clave en nuestra historia evolutiva
Hace aproximadamente 47,000 años, los Homo sapiens y los neandertales compartieron algo más que el paisaje: un intercambio genético que perdura hasta hoy. Investigaciones recientes han arrojado nueva luz sobre este evento crucial que moldeó el ADN de las generaciones actuales.
Un mestizaje marcado en el tiempo
Durante décadas, los científicos habían estimado que la mezcla entre Homo sapiens y neandertales ocurrió entre 65,000 y 41,000 años atrás. Sin embargo, un análisis detallado del ADN de más de 300 individuos antiguos permitió precisar este lapso a un período más reducido: entre 50,500 y 43,500 años. Este hallazgo sitúa el intercambio genético en un contexto histórico definido.
Uno de los casos más representativos es el de una mujer conocida como Zlatý kůň, cuyos restos fueron hallados en la República Checa. Vivía hace aproximadamente 45,000 años, y su linaje revela que sus antepasados se aparearon con neandertales unas 80 generaciones antes.
Los genes que heredamos
Hoy en día, las personas sin ascendencia africana reciente llevan entre un 1% y un 3% de ADN neandertal, mientras que las personas con ascendencia africana también poseen pequeñas cantidades debido a migraciones posteriores hacia África hace unos 20,000 años.
Estos genes no solo son vestigios de aquel mestizaje, sino que también han tenido un impacto significativo. Algunos de ellos están relacionados con:
Color de piel: Adaptaciones a distintas latitudes y niveles de radiación solar.
Sistema inmunológico: Resistencia a enfermedades.
Metabolismo: Regulación de grasas y azúcares.
Evidencias paralelas y confirmaciones
Un segundo estudio, centrado en el ADN de siete Homo sapiens antiguos encontrados en Alemania y la República Checa, respalda la hipótesis del mestizaje principal entre 49,000 y 45,000 años. Aunque estas poblaciones antiguas eventualmente se extinguieron, su material genético confirma un evento único de mezcla que dejó una huella duradera.
Además, se identificaron otros episodios menores de apareamiento entre 44,000 y 40,000 años en regiones como Bulgaria y Rumanía. Sin embargo, estos cruces no tuvieron un impacto en las poblaciones modernas.
Una historia de extinción y supervivencia
Johannes Krause, del Instituto Max Planck, destaca que no todas las poblaciones humanas lograron perdurar. La historia está llena de grupos que desaparecieron, dejando atrás solo fragmentos de su genoma en los sobrevivientes. Hoy, todas las personas sin ascendencia africana reciente son descendientes de aquellos Homo sapiens que se cruzaron con neandertales durante este período crucial.
Conclusión
El mestizaje entre Homo sapiens y neandertales no solo es un dato curioso de nuestra historia evolutiva, sino también una pieza clave para entender cómo llegamos a ser quienes somos. Estos genes heredados hace 47,000 años continúan influyendo en aspectos físicos y biológicos de las poblaciones modernas. Este descubrimiento, publicado en la revista Sci News, no solo ilumina nuestro pasado, sino que también plantea preguntas sobre los encuentros y adaptaciones que dieron forma a la humanidad.
Referencias: