Mapeando el Infierno: El Primer Mapa 3D de un Planeta Tan Caliente que Desgarra el Agua
El telescopio espacial James Webb desvela los brutales secretos de WASP-18b, un mundo donde las moléculas de agua son destruidas por el calor extremo.
Un equipo de astrónomos ha logrado una hazaña sin precedentes: crear el primer mapa tridimensional de la atmósfera de un planeta fuera de nuestro sistema solar. Este gigante infernal, llamado WASP-18b, se encuentra a 400 años luz de distancia y es tan extremo que su calor vaporiza y descompone el agua misma.
La investigación, publicada en la prestigiosa revista Nature Astronomy, ha sido liderada por científicos de la Universidad de Maryland y la Universidad de Cornell, marcando un antes y un después en nuestro entendimiento de los exoplanetas.
El Arte de Cartografiar un Mundo Lejano
Para lograr este mapa imposible, los investigadores utilizaron una técnica innovadora llamada "mapeo de eclipses en 3D" con el telescopio espacial James Webb. En lugar de observar el planeta directamente, estudiaron los minúsculos cambios en la luz de la estrella anfitriona cuando el planeta se ocultaba detrás de ella.
Estas diminutas variaciones de luz revelaron diferencias de temperatura a lo largo y ancho de la atmósfera del planeta. Megan Weiner Mansfield, una de las autoras principales, lo explica así: "Es la primera vez que podemos estudiar simultáneamente la latitud, la longitud e incluso la altitud en un planeta tan distante. Es como lo que se hizo en su día con Júpiter, pero a cientos de años luz".
Un Mundo de Contrastes Brutales
WASP-18b es el laboratorio perfecto para este tipo de estudios. Es un "Júpiter caliente" diez veces más masivo que nuestro Júpiter, que orbita su estrella en apenas 23 horas. Este baile tan cercano hace que el planeta sufra un "bloqueo por marea", mostrando siempre la misma cara hacia su sol.
El resultado es un contraste térmico brutal:
El lado diurno es un horno incandescente con temperaturas que alcanzan los 5,000 grados Fahrenheit (unos 2.760 ºC).
El lado nocturno, aunque sigue siendo extremadamente caliente, es significativamente más frío.
El Agua que Nace y Muere en el Mismo Planeta
La potencia del telescopio James Webb y su instrumento NIRISS permitió al equipo observar el planeta en múltiples longitudes de onda de luz infrarroja. Cada longitud de onda penetra en una capa diferente de la atmósfera, y al combinarlas, se puede reconstruir una vista en 3D.
Ryan Challener, coautor del estudio, detalla: "Ciertas longitudes de onda nos muestran dónde está presente el vapor de agua. Otras nos permiten ver capas más profundas y calientes".
El descubrimiento más impactante fue que el agua solo logra existir en las regiones más frías del planeta. En las zonas abrasadoras del lado diurno, la furia del calor es tan extrema que las moléculas de agua son literalmente destrozadas, disociadas en sus átomos componentes de hidrógeno y oxígeno. Si bien esta teoría ya existía, es la primera vez que se observa y se mapea este fenómeno directamente en un solo planeta.
Conclusión: Solo el Comienzo de una Nueva Era
Este primer mapa 3D no es solo una imagen bonita; es la puerta de entrada a una nueva forma de explorar el cosmos. La técnica perfeccionada con WASP-18b no se limitará a estudiar gigantes gaseosos. Los científicos creen que en el futuro podrían aplicarla para mapear las superficies de planetas rocosos, similares a la Tierra, y descifrar su composición.
Como afirma Weiner Mansfield, "lo mejor está por venir". Con el James Webb, estamos empezando a ver detalles de otros mundos que antes solo pertenecían al reino de la imaginación. Este es, sin duda, el comienzo de la cartografía de la galaxia.

