Hallazgo lunar: China descubre los meteoritos más frágiles del sistema solar en el lado oculto



Un descubrimiento inesperado

Cuando la sonda Chang'e-6 de China aterrizó en el misterioso lado oculto de la Luna, los científicos esperaban encontrar material lunar inédito. Pero lo que descubrieron superó todas las expectativas: fragmentos de un tipo de meteorito tan raro y frágil que casi nunca sobrevive al entrar en la Tierra.

El análisis de las muestras reveló la presencia de condritos carbonáceos tipo Ivuna (CI), considerados las rocas espaciales más primitivas y ricas en agua del sistema solar. Este hallazgo microscópico está replanteando lo que sabemos sobre el bombardeo de meteoritos en la Luna primitiva y el origen del agua en nuestro sistema solar interior.

Los meteoritos que casi no existen

Los condritos carbonáceos tipo CI son extraordinarios por varias razones. Estas rocas son extremadamente frágiles y porosas, conteniendo hasta un 20% de su peso en agua atrapada como minerales hidratados. Su delicadeza es tal que menos del 1% de los meteoritos recuperados en la Tierra pertenecen a esta categoría, ya que la gran mayoría se desintegra al atravesar nuestra atmósfera.

Pero el misterio es aún mayor: aunque la Luna no tiene atmósfera donde los meteoritos puedan quemarse, los impactos lunares son tan violentos que suelen vaporizar todo lo que toca la superficie. La supervivencia de estos fragmentos era, en teoría, imposible.

La investigación minuciosa

Un equipo científico liderado por Jintuan Wang y Zhiming Chen de la Academia China de Ciencias emprendió una búsqueda meticulosa. Analizaron más de 5.000 fragmentos lunares recolectados por Chang'e-6 en el cráter Apollo, ubicado dentro de la gigantesca cuenca South Pole-Aitken que cubre una cuarta parte de la superficie lunar.

Los investigadores se concentraron en partículas que contenían olivino, un mineral común en meteoritos y rocas volcánicas. Tras pulir y examinar estas muestras con microscopios y espectrómetros, identificaron siete fragmentos con una composición química extraordinaria.

La evidencia concluyente

El hallazgo crucial llegó con el análisis de isótopos y proporciones químicas: hierro, manganeso, níquel, cromo, oxígeno y silicio. Los resultados no coincidían con origen lunar ni terrestre, sino que apuntaban inequívocamente a un meteorito CI que impactó contra la Luna, se fundió por la colisión y luego se solidificó rápidamente, preservando su composición química única.

Estas partículas representan la primera evidencia física directa de que estos meteoritos extremadamente frágiles impactaron la Luna en los inicios del sistema solar. Sorprendentemente, el estudio sugiere que la Luna podría ser mejor que la Tierra para conservar estos restos, pudiendo representar hasta el 30% del material meteórico lunar.

Implicaciones del descubrimiento

Este hallazgo, publicado en la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences, fortalece la teoría de que estos meteoritos primitivos trajeron agua y compuestos volátiles a la Tierra y la Luna en sus primeros días.

Las siete partículas microscópicas recuperadas del lado oculto lunar podrían ayudar a descifrar uno de los mayores misterios de nuestra existencia: cómo llegó el agua al sistema solar interior y, por extensión, a nuestro planeta.

Tabla: Características de los meteoritos CI descubiertos

AspectoDescripción
Tipo de meteoritoCondritos carbonáceos tipo Ivuna (CI)
Contenido de aguaHasta 20% de su peso en minerales hidratados
FragilidadExtremadamente frágiles y porosos
Supervivencia en TierraMenos del 1% de meteoritos recuperados son de este tipo
Fragmentos identificados7 partículas de olivino con composición química única
Origen confirmadoAsteroide CI que impactó la Luna en el sistema solar primitivo

Conclusión: Un nuevo capítulo en la exploración lunar

El descubrimiento de la Chang'e-6 revela que el lado oculto de la Luna funciona como un archivo natural excepcional que preserva materiales imposibles de encontrar en la Tierra. Estos siete granos de polvo lunar no solo confirman que los meteoritos más frágiles pueden sobrevivir a impactos lunares, sino que abren una ventana única para entender el transporte de agua en el sistema solar primitivo.

Las futuras misiones lunares tendrán ahora un nuevo objetivo: buscar más de estos tesoros microscópicos que podrían contener las claves de nuestro origen cósmico. La Luna, una vez más, demuestra que todavía tiene secretos por revelar.

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